Déjenos soñar

El triunfo del sábado nos deja dos cosas: que México quizás tenga más ofensividad , como lo expresó el técnico iraní; y que por el rival, aún no hayamos visto el verdadero nivel de nuestra selección.

Lo que sí es algo que por ahora tengo claro, es que esta no es la selección de Lavolpe. Se le ve mejor, más ofensiva, más segura; en términos generales, mejor. La cosa aquí es el saber cuánto tiempo nos durará el gusto, ¿hasta la Copa Oro?, ¿hasta la Copa América, ¿acabará hoy en el Azteca?. No lo sé. Nadie lo sabe. Y, para mí, es mejor no saberlo.

Mucha gente (o porqué no todos) nos ilusionamos con muchas cosas, la que voy a usar en este caso es el futbol. Cuando nuestro equipo comienza bien algún torneo, llegamos a pensar no en lo lejos que llegará, sino en si será campeón o no. En este caso, la selección parece tener un buen comienzo (dije parece), entonces llegamos a pensar que el estar en la final de la Copa Oro no es una posibilidad, más bien una obligación. Y que pese a que Brasil este en nuestro grupo se puede llegar también a la final de la Copa América, que hasta ahora se le ha negado a México.

Digamos que el nivel ha subido considerablemente. Varios jugadores han sumado experiencia europea en este último lapso. Otros han crecido notablemente. Entonces... ¿porqué no soñar con ganar la Copa América?, ¿Con volver a ser los "gigantes de la Concacaf"?... ¿porqué no?. Independientemente de lo que pase hoy y el viernes... déjenos soñar.