Llegó la hora de la venganza

Cómo nos dolió esa vez. Toda la ilusión, la esperanza y la alegría; se convirtieron en frustración, tristeza y enojo. Pero esto es lo bonito de este deporte: que te da revanchas.

Sabemos que el partido de hoy no es nada fácil para los nuestros, pero Argentina tampoco es invencible. El resultado del domingo ante Paraguay podría darnos cierta idea de que el triunfo no suena nada descabellado, después de que el Coco Basile ha dicho que México es el único equipo que le puede exigir algo a los pamperos.

Aquel 24 de junio, vaya que nos dolió. No pudimos evitarlos. En 90 minutos nuestros ojos se llenaron de esperanza pero esto se vio mermado por una genialidad (un churrazo) del que, para bien o para mal, hoy no estará con su selección: Maxi Rodriguez. Rafa nos ilusionó casi al arranque del partido, después un gol de Crespo o autogol de Jared (prefiero el gol de Crespo) y luego está cosa. "Ese cabr... se sacó un golazo que nunca se va a volver a sacar en su vida".

Pero eso ya pasó. Hoy es otro torneo, otros tiempos, y otro partido. Si México gana hoy, quizás no sea lo mismo pues ellos nos eliminaron de un mundial, pero tal vez si pues nosotros los eliminaríamos de su torneo, en semifinales y les alagaríamos su racha sin ganar la copa América (que data de 1993), cada quien decidirá.

La sede: Puerto Ordaz, el mismo escenario donde se venció a Brasil en la fase de grupos. ¿Casualidad?... quien sabe, ¿destino?... tampoco sé. Sé que esto no garantiza nada, en ningún deporte y, menos en el azaroso futbol. Pero hay optimismo y confianza en el tri. Creemos que, como dijera Toño Rosique, puede ser un día histórico, podemos ganar la Copa. Así que pongan todo, pueden ganar; demuestren ese futbol explosivo que han tenido durante la copa porque llegó la hora de la venganza.